Dinero es energia materializada. Es muy útil tener dinero. Si dispones de ello se abren muchas puertas. Te ayudará a conseguir tus sueños, a vivir más comodamente y te puede ayudar a cumplir tus propósitos. Si no dispones de ello la vida puede ser muy complicada.
Pero el dinero también se puede convertir en una trampa. Entonces hace que solo pensamos en nosotros mismos y que nos olvidamos de los demás y de nuestro propósito.
Este cuento de Bruno Ferrero, en que utiliza una parábola, ilustra perfectamente esta idea.
– Maestro, ¿qué piensa del dinero? – preguntó el discípulo.
– Mira a la ventana, – le dijo el maestro -, ¿qué ves?
– Veo una mujer con un niño, una carroza tirada por dos caballos
– … y una persona que va al mercado
– Bien. Ahora mira al espejo. ¿Qué ves?
– ¿Qué quiere que vea? Me veo a mí mismo, naturalmente.
– Ahora piensa: la ventana está hecha de vidrio, lo mismo que el espejo. Basta una pequeñísima capa de plata por detrás del vidrio para que el hombre sólo se vea a sí mismo.
¿Quieres leer más cuentos?
Otros cuentos en el blog