Usted perdone – le dijo un pez a otro – es usted más viejo y con más experiencia que yo y probablemente podrá ayudarme. Dígame: ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He estado buscándolo por todas partes, sin resultado.
El Océano – respondió el viejo pez – es donde está ahora mismo.
¿Esto? Pero si esto no es más que agua… Lo que yo busco es el Océano, replicó el joven pez, totalmente decepcionado, mientras se marchaba nadando a buscar en otra parte.
FINAL CUENTO 🐟
Buscamos la felicidad equivocadamente en lo material, en el trabajo, en el placer y en las apariencias… ¡sin éxito!
Cuando miramos hacia dentro y conectamos con nosotros mismos, cuando nos aceptamos y amamos tal como somos, cuando nos cuidamos físicamente, cuando nos atrevemos a rechazar lo que no nos hace sentir bien confiando en nuestra intuición, cuando empezamos a fluir con la vida sin miedo a lo desconocido, cuando encontramos el placer en dar, compartir y cuidar nuestras relaciones con los demás, cuando sembramos pequeñas cambios positivos y deseos cada día, cuando dejamos de buscar… encontramos la felicidad.
La felicidad siempre ha estado aquí, contigo. La buscaste lejos y afuera y estaba muy cerca y dentro de ti. Creías que trataba de cosas complicadas y difíciles de alcanzar, cuando en realidad trata de cosas sencillas al alcance de todos.
No supiste verla, tal como el pequeño pez de la historia que no supo ver el océano.
¿Quieres leer más cuentos?
Otros cuentos en el blog