En la educación todavía estamos demasiado centrados en lo que los estudiantes no están haciendo bien, en lugar de descubrir cuales son sus talentos y ayudarles a desarrollar esas áreas. Hacer lo que realmente te gusta y lo que te apasiona… ¡eso es el mejor regalo que le puedes dar a un niño!
Si terminas trabajando en algo que disfrutas y para que tienes aptitudes, no solo serás feliz, sino que es muy probable que tengas éxito en estas actividades porque pones tu corazón y alma en ello. Y entonces muchas puertas se abrirán automáticamente para ti.
¡Y esto no solo se aplica a los niños! Nuestros cursos de atención plena para adultos también suelen reconectar a los participantes con sus dones y talentos ocultos y, en algunos casos, son la razón de un cambio de rumbo exitoso. ¿Por que no?
A continuación les comparto un cuento de Alejandro Jodorowsky sobre el talento.
El Talento
– Maestro, tengo un problema con mi hijo
– Me trajo las notas del colegio, una alta calificación en dibujo y una pésima calificación en matemáticas.
– ¿Qué harás? – dijo el maestro
– ¡Lo pondré de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de matemáticas!
– Necio, ponlo de inmediato a tomar clases particulares con un profesor de dibujo.
– Todos servimos para algo pero no todos servimos para lo mismo.
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